sábado, 8 de agosto de 2009
YOGA SOLAR -SURYA YOGA-POR OMRAM AIVANHOF
Practicando Surya-yoga (Yoga Solar), os unís al poder que dirige y anima todos los planetas del sistema solar, al sol, y entonces obtenéis necesariamente resultados. Por esto puedo deciros que todos estos yogas, que estaban considerados en el pasado como muy positivos y que todavía lo son, cederán su lugar al Surya-yoga que los supera a todos porque a través del sol se trabaja con el mismo Dios. Aún os puedo decir que lo que nadie ha podido enseñarme, el sol me lo ha revelado, pues ningún libro puede daros lo que el sol os dará si aprendéis a relacionaros correctamente con él.Por ahora todavía no habéis llegado a entrar en contacto con el sol; está ahí, pero no tenéis ninguna relación con él. Os contentáis con mirarlo, con constatar si está más brillante o más velado que la víspera, pero no es ésta la forma de entrar en relación con el sol.Para uniros con él, debéis aprender a mirarlo conscientemente: entonces entre él y vosotros empezarán a circular ondas que crearán formas, colores, un mundo nuevo; atraeréis fuerzas, criaturas inteligentes que vendrán a bailar, a bañarse en esta belleza, en esta diálogo, en esta conversación que se entabla entre el sol y vosotros...Por supuesto, esto no es fácil de conseguir. Para recibir todas las bendiciones del sol, hay que prepararse. ¿Y qué significa «prepararse»? Bien, supongamos que decidís asistir a la salida del sol, pero la víspera o la antevíspera, habéis vivido entre pasiones, riñas, etc. Entonces, evidentemente, no estáis preparados: al amanecer estaréis inmersos en el recuerdo de todos esos estados caóticos que habéis vivido, y a pesar de que esté el sol ahí, y vosotros delante de él, no lo sentiréis. Así pues debéis prepararos la víspera: no comer demasiado, no acostaros demasiado tarde, no hacer nada que os pueda preocupar o atormentar al día siguiente, sino arreglarlo todo de forma que seáis libres, que mantengáis el pensamiento limpio y el corazón en paz, sin que tengáis nada que arreglar, nada que lamentar o que reparar.Es muy importante. Así, en esta paz, empezáis lentamente, con suavidad a meditar, sin concentraros en seguida en el sol. Para comenzar echáis un vistazo en vuestro fuero interno para ver en qué estado están vuestros «habitantes» y si hay ruido, agitación, intentad apaciguarlos y equilibrarlo todo, pues sólo después de haberos retirado, después de haber instalado la armonía y la paz en vosotros mismos, podréis proyectaros hacia el sol, imaginario como un mundo maravilloso, poblado por las criaturas más perfectas, seres luminosos que viven en la inteligencia sublime, en el amor absoluto, en la pureza absoluta, y pensar que ahí arriba reinan un orden, una cultura, una civilización que rebasan toda imaginación...Y por otra parte, ¿qué ocurriría si os dijera que sin daros cuenta estáis ya en el sol? No losentís, pero hay una pequeña parte de vosotros, un elemento muy, muy sutil, que vive en el sol. La ciencia no ha llegado todavía a estudiar realmente al hombre, no sabe todo lo que él representa de inmenso, de rico, de vasto y de profundo. Lo que se ve de él, su cuerpo físico, no es él. El hombre posee otros cuerpos (astral, mental, causal, búdico y átmico) que están hechos de una materia cada vez más sutil.Esto sirve también para la tierra. La tierra no es solamente lo que se ve de ella; a su alrededor existe una atmósfera que se eleva hasta varias decenas de kilómetros y que la ciencia ha dividido en diferentes capas con distintos nombres. Pero lo que la ciencia no sabe, es que en estas capas se encuentra una infinidad de elementos, de entidades, y que más allá de la atmósfera, la tierra posee un cuerpo etérico que va hasta el sol, que toca el sol. Así pues, el cuerpo etérico de la tierra se fusiona con el cuerpo etérico del sol; pues el sol, también posee un cuerpo etérico que se extiende más allá de su propia esfera, hasta la tierra e incluso más lejos, hasta los otros planetas. Por eso el sol y la tierra se tocan, están fusionados.Y puesto que el hombre está hecho a imagen del universo, posee también un cuerpo sutil que va a reunirse con el sol... Es así como considerado en su lado superior, divino, el hombre vive ya en el sol; pero no se da cuenta, porque su conciencia está limitada al mundo físico.Lo que os digo os parece increíble, sin embargo estas son verdades por conocer y porprofundizar. Cuando se empieza a estudiar en la Escuela divina de la Fraternidad BlancaUniversal, nos desplazamos progresivamente de esta región limitada de la conciencia sensorial del mundo físico, hacia una región superior que es la de la superconsciencia. Esta región de la superconsciencia es inmensa, tiene millares de grados que hay que recorrer hasta sentir que se es ya un habitante del sol, que se está ya en el sol.Esta parte de nosotros mismos, esta entidad que habita en el sol, es nuestro Yo superior.Nuestro Yo superior no habita en nuestro cuerpo físico, porque de ser así realizaría prodigios en él. De vez en cuando viene para contactar con nuestro cerebro, pero como el cerebro no está todavía preparado para moverse al unísono con él ni tampoco para soportar sus vibraciones, el Yo superior no puede manifestarse. El Yo superior trabaja en el cerebro, lo prepara, y el día que el cerebro sea capaz de cobijado, el Yo superior se instalará en el hombre.Nuestro Yo superior no es otra cosa que Dios mismo, una parte de Dios; por eso, en laregiones superiores somos el mismo Dios, porque fuera de Dios no hay nada. Dios se manifiesta a través de la creación y las criaturas, y en consecuencia somos una parcela de Él, no existimos separadamente de Él. La verdadera ilusión consiste en creemos separados. Cuando los sabios hablan de maya, la ilusión, no es del mundo material de lo que hablan; el mundo no es maya, nuestro yo inferior sí es maya porque nos produce la ilusión de existir como seres separados de la Divinidad. El mundo es una realidad, y la materia también; la ilusión, os lo repito, proviene de nuestro yo inferior que nos empuja siempre a consideramos como seres separados.Mientras nos encontremos demasiado abajo, al nivel de nuestro yo inferior, nos equivocamos, estamos inmersos en la ilusión, no podemos sentir esta vida única, esta vida universal, este Ser cósmico que está en todas partes; nuestro yo inferior nos impide sentido y comprenderlo. Por eso el trabajo solar que hacemos por la mañana a través de las meditaciones y las oraciones, tiene como objeto restablecer el lazo, construir un puente entre el yo inferior y el Yo superior que está en el sol.Mientras estéis influidos por la filosofía mecanicista y penséis que el sol no puede ni hablaros ni ayudaros os cerráis el camino de la evolución. Hay que comprender que todo está vivo, que se manifiesta una inteligencia a través de todo lo que vemos, que el sol es una inteligencia, una vida, una luz viva... Y que, de pronto, empieza a hablaros. El me ha revelado ya muchas cosas, le considero exactamente tal como es, es decir como un espíritu formidablemente elevado, bello, grande, poderoso, inteligente... hasta tal punto que todo palidece a su lado. Intentad hacerle preguntas y veréis cómo os contesta. Quizá no seáis capaces de descifrar inmediatamente su respuesta, pero tarde o temprano se presentará en vuestra pantalla, en vuestro cerebro. El sol envía las respuestas instantáneamente como las máquinas electrónicas. Es el hombre quien tiene que desarrollarse lo suficiente para captarlas en seguida.OMRAM AIVANHOV
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